lunes, 19 de noviembre de 2007

torres del paine



Hermoso, ahora puedo volver tranquilo a la civilización o a lo que sea. Sin duda es el más bello paraje de esta parte de Chile. Dos comentarios, un puñado de palabras que sintetizan la magia del Parque Nacional Torres del Paine en la Patagonia chilena, un conjunto de extraños "rascacielos" naturales, capaces de enternecer, incluso, a los corazones blindados.
Y los viajeros se preguntan ¡¿cómo se formaron estas torres?! entre sonrisas de incredulidad. Y esa misma interrogante merodeaba en las mentes de los científicosquienes convertidos en "detectives geológicos" comenzaron a averiguar el origen de esas maravillosas pinceladas geográficas.
Hallaron la respuesta 12 millones de años atrás, tiempo en el que una fuerza sobrecogedora salió del interior de la tierra, formando las fabulosas torres. Luego, la vegetación hizo su trabajo cubriendo los espacios vacíos y los animales, siguiendo su instinto, se adueñaron de la zona, hasta que un buen día llegaron los primero hombres y se quedaron perplejos ante el sorprendente panorama.

Reacción que es común hasta ahora, tanto, que para asegurar que las futuras generaciones sientan lo mismo, el parque fue declarado en 1978 como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, con el fin de preservarlo y permitir que la naturaleza siga reinando en este prodigioso espacio del planeta, en el que es posible vivir inolvidables y apasionantes aventuras.
Mucho por ver y descubrir: solitarios parajes de pampa, brumosos bosques magallánicos, lagunas espléndidas, lagos hechizados de témpanos y glaciares que conjugan perfectamente con la imponente presencia de las torres rocosas y las cuevas del Paine.

Periplos delirantes que se inician en Puerto Natales, la puerta de ingreso a las Torres del Paine y su bastísimo abanico de especies de flora y fauna. La ciudad.

Jonathan Perez

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